
Coordinador Internacional. Responsable del Programa TCEs, Asia, MENA y Turismo
23/06/2025
África es un continente de enormes contrastes. Tiene más países que ningún otro (54) y también el triste honor de copar la lista de naciones más empobrecidas del mundo, con 9 entre las 10 primeras de este ranking. Pero, al mismo tiempo, es un lugar con un enorme potencial para el desarrollo económico y social, gracias especialmente a la riqueza de su suelo: se estima que posee aproximadamente la cuarta parte de las tierras cultivables de todo el mundo (24 %) y un tercio de las reservas mineras, aunque solo genera el 9 % de la producción agrícola y consume el 4 % de la energía total producida.
Además, también es un territorio que plantea enormes retos para el futuro derivados de su espectacular crecimiento demográfico. La ONU calcula que para 2050 duplicará su población actual de 1.250 millones de personas, lo que probablemente incrementará la presión migratoria sobre sus continentes vecinos, Europa y Asia, y requerirá la implementación de medidas específicas para potenciar sus mercados y su autonomía económica.
Esta mezcla de factores no solo convierte a África en uno de los mercados emergentes más prometedores de la actualidad, sino también en uno de los lugares más desafiantes y apasionantes para la inversión. ¿Te animas a conocerlo de nuestra mano?
¿Por qué África está en el radar económico global?
A pesar de estar lastrados por problemas importantes como su inestabilidad política y su corrupción, una climatología extrema, unas infraestructuras anticuadas o una excesiva dependencia de los combustibles fósiles, los mercados africanos han demostrado su capacidad de crecimiento en el primer cuarto de siglo.
Según datos de ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el continente experimentó una considerable mejora económica entre 2002 y 2023, con dos períodos especialmente remarcables: el primero, entre 2000 y 2010, con un crecimiento del 4,8 % frente al promedio mundial del 3,1 %; y el segundo, entre 2011 y 2020, con una mejora del 3,1 % anual, también por encima de la media del planeta del 2,4 %. Aunque el mismo informe señala que estos datos positivos han estado muy vinculados a los auges de los precios de las materias primas, porque más de la mitad de los países africanos dependen del petróleo, el gas o los minerales para obtener al menos el 60 % de sus ingresos por exportaciones.
Recientemente, los mercados africanos no han podido mantenerse al margen de la crisis global y también han experimentado el impacto de las consecuencias de la pandemia, la guerra en Ucrania y las interrupciones en las cadenas de suministro. Por ello, su capacidad de mejora se ha visto lastrada, aunque tanto el Fondo Monetario Internacional como Moody’s señalan que el continente experimentará, de forma general, un crecimiento económico de entre el 3,7 y el 4,2 % en 2025. Un dato que permitirá que la región continúe siendo la segunda con mejor progresión de todo el mundo, tan solo por detrás de los países emergentes de Asia.
Las claves por las que África es un mercado emergente
En su informe ‘Africa’s Pulse’, el Banco Mundial analiza la recuperación que ha experimentado el continente en los últimos años. Destaca que esta se ha debido a un mayor crecimiento del consumo privado, dado que la disminución de la inflación ha hecho que incremente el poder adquisitivo de los ingresos familiares.
Pero también señala que, en el futuro más inmediato, el crecimiento de la inversión seguramente sea moderado, por unos tipos de interés que apuntan a mantenerse altos y la limitación del consumo público a raíz de la consolidación fiscal. Aunque hay razones para el optimismo, ya que se prevén recortes en los mencionados tipos por la política monetaria que están desarrollando las grandes economías, lo que podría estimular la inversión a lo largo de 2025.
De esta forma, es evidente que, en líneas generales, se trata de un continente que tiene mimbres para consolidarse como uno de los mercados emergentes más importantes del momento. Estas son las principales razones:
- Su enorme potencial demográfico, porque se estima que 6 de cada 10 africanos tienen menos de 25 años y la tasa de urbanización del continente es del 45 % (2023).
- Su clase media como motor de crecimiento, ya que para 2060 la ONU calcula que esta podría constituir el 60 % de su población total (entendiéndola como la capacidad para que el ciudadano se gaste el equivalente a entre 2 y 20 euros al día).
- Su amplio margen para la innovación tecnológica y la digitalización, gracias en gran medida a su fuerza laboral joven y a la apuesta que están haciendo algunos países como Sudáfrica, Kenia, Nigeria o Egipto para formar a sus ciudadanos en conocimientos en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. Decisión que, además, les va a a permitir desarrollar instalaciones y fábricas a nivel local para sacar partido a sus riquezas naturales, como los minerales críticos para la producción de semiconductores.
- La creciente demanda de bienes y servicios, estimulada por su rápido desarrollo demográfico, por el aumento del poder adquisitivo o la paulatina integración de África en las cadenas de suministros globales.
- La lenta y paulatina puesta en marcha de la zona de libre comercio africana (afCFTA), la más grande del mundo por abarcar más de 1.300 millones de personas y 54 países, con la única excepción de Eritrea. Surgió en 2019 para crear un mercado único continental para la comercialización de bienes y servicios, por lo que está ayudando a crear nuevas oportunidades para los fabricantes y trabajadores locales e impulsando la industrialización de África.
Mercados africanos con mayor potencial y sectores en expansión
El Fondo Monetario Internacional (FMI) situó en 2024 a siete países africanos entre los diez de mayor crecimiento en todo el mundo: Níger ocupó el cuarto lugar de este ranking con un incremento previsto del PIB del 11 %, seguido de otros como Senegal (8,8 %), Libia (7,5 %), Ruanda (7 %), Costa de Marfil (6,6 %), Burkina Faso (6,4 %) y Benín (6,3 %). Aunque, si nos centramos en las economías más consolidadas, debemos destacar:
- Sudáfrica, con un sector servicios pujante, un 64 % de población urbana y su gran cantidad de recursos naturales.
- Egipto, el país árabe más poblado del continente. Tiene una economía muy diversificada que se sustenta, principalmente, en el sector turístico; y un gran atractivo para la inversión extranjera.
- Nigeria, la nación más poblada de África.A pesar de que no hay datos oficiales precisos, se estima que tiene actualmente 226 millones de habitantes y que para 2050 podría acabar siendo el tercer país con más población de todo el mundo (solo por detrás de India y China) al superar los 400 millones. Un potencial demográfico que, combinado con sus importantes recursos naturales (especialmente petróleo), hacen de ella la mayor economía africana del momento (por PIB).
- Argelia, país que alcanzó su independencia en 1962 y que, en los últimos años, ha encontrado cierta estabilidad política y social. Con una escolarización cercana al 98 % y una esperanza de vida de 77,6 años, su economía está estrechamente vinculada al petróleo y el gas, por lo que actualmente trabaja para reducir su dependencia del sector energético a través de la industrialización y el incremento de la producción local para la exportación de productos como cemento, fertilizantes, amoníaco, acero o feldespato.
Así, el mercado de África es amplio y muy diverso, por lo que prácticamente cualquier tipo de inversor puede encontrar oportunidades de negocio en alguno de sus países. Aunque, con total seguridad, en el futuro más inmediato los sectores con mayor protagonismo en el continente continuarán siendo aquellos que mejor puedan aprovechar su riqueza de recursos, como la agricultura, la minería, el petróleo, el gas y las manufacturas; así como la construcción. Y sin olvidar tampoco las industrias vinculadas a los productos químicos, la electrónica y la tecnología, así como el turismo (ya que es el segundo destino con mayor crecimiento tras Oriente Medio).

Recomendaciones para una entrada segura en el mercado emergente africano
La entrada en África como mercado emergente sería una apuesta clara de no ser por los importantes riesgos que conlleva. En este sentido, es importante tener en cuenta que es un continente heterogéneo, porque cada país tiene sus propias características sociales y económicas que lo hacen único. Así que, para evaluar los riesgos existentes y la viabilidad del proyecto, es fundamental analizar todos los detalles, como las tasas de crecimiento del PIB, los niveles de inflación o las clasificaciones de facilidad para hacer negocios.
Entre los problemas más recurrentes que se suelen encontrar los inversores están las altas tasas de desempleo, la inestabilidad política que incluso puede llevar a golpes de estado, las crisis fiscales y los altos niveles de gasto público, la dependencia de los combustibles fósiles y una deficiente infraestructura energética, las grandes brechas digitales, la corrupción, las fluctuaciones en los cambios de divisa (el mercado africano es especialmente vulnerable en este aspecto) y los riesgos regulatorios, con fiscalidades complejas y pocas garantías en derechos como el de la propiedad.
Por lo tanto, para abordar con garantías su entrada en algunos de los mercados emergentes africanos, es recomendable que, además de diversificar su cartera, las empresas españolas busquen asesoramiento experto para conocer de primera mano las barreras administrativas existentes, las coberturas de riesgos existentes y las opciones de financiación disponibles. Y también que trabajen para el desarrollo de alianzas con otras empresas locales o las administraciones, porque al hacerlo podrán desarrollar acciones formativas para aprovechar el talento local y adquirir un conocimiento más profundo de la cultura empresarial local.
Cómo potenciar tu empresa en Argelia con la Cámara de Madrid
Dada la consideración de África como mercado emergente y su alto valor estratégico, en la Cámara de Comercio de Madrid trabajamos para ayudar a las empresas de la Comunidad en sus planes de internacionalización para el continente. Y, en especial, en algunos de los países con más potencial, como Argelia.
Desde 2018, es una nación que requiere a sus importaciones una certificación emitida por el exportador que deberá presentar para la legalización por parte de la Cámara. Esta es una medida que, según el Ministerio de Comercio argelino, no afecta a las materias primas y los bienes intermedios, pero que en el resto de los casos aporta estos beneficios:
- Acceso a un certificado oficial con el sello de la Cámara, el cual valida la actividad económica y comercial de la empresa exportadora y la libre venta de sus productos.
- Reconocimiento nacional e internacional del certificado, por lo que es esencial para la comercialización en mercados extranjeros.
- Adaptación del certificado a las necesidades y requisitos técnicos impuestos por Argelia.
Este es un momento ideal para comenzar a operar en Argelia y, de esta forma, unirse a las más de 40.000 empresas españolas en África. No solo por las ventajas que ya hemos comentado sobre el país, también por el claro enfoque que está teniendo para llevar a cabo su modernización económica y desarrollar su resiliencia. De hecho, según el último informe anual de clasificación de ingresos del Banco Mundial, es uno de los cuatro países que en 2024 cruzó el umbral de la clasificación de ingresos medios bajos a medios altos. Un logro que ha conseguido potenciando las empresas emergentes y la economía del conocimiento.
Argelia, tu puerta de entrada en los mercados emergentes africanos
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