China y su influencia en la economía mundial

10/06/2025

Durante muchos años, se ha atribuido a China un enorme potencial desaprovechado. De hecho, se afirma que hace más de dos siglos Napoleón dijo la frase «dejad dormir al gigante, porque cuando China despierte, el mundo temblará». Pero desde hace casi 50 años, el país asiático ha logrado superar sus problemas internos para transformar su economía y convertirse en lo que es hoy, una potencia mundial de primer orden que marca el paso en los principales mercados.

El punto de inflexión se produjo en 1978, cuando Deng Xiaoping, el por entonces secretario general del Partido Comunista, impulsó varias medidas modernizadoras para fortalecer la economía china a través la inversión extranjera y el desarrollo del sector privado. Estas permitieron que el país saliera poco a poco de su situación de pobreza y se abriera al exterior, logrando su entrada en 2001 en la Organización Mundial del Comercio.

De esta forma, cuando en 2008 tuvo lugar la primera gran crisis financiera del s. XXI, China estaba preparada para ser clave en la nueva economía mundial.

China como potencia económica: datos y cifras clave

Si hoy se habla de ‘milagro económico chino’ es porque el país ha pasado en menos de cinco décadas de una situación de pobreza y de extrema dependencia del sector rural a convertirse en la segunda nación más rica del mundo —según datos del Fondo Monetario Internacional—.

En este período tan corto para cualquier sistema económico, se calcula que ha conseguido multiplicar su renta per cápita casi por 30. Un logro muy importante que se ha apoyado en multitud de cambios estructurales, como la mencionada apertura al exterior, el fortalecimiento de su mano de obra, el desarrollo de su clase media, la inversión en innovación y desarrollo o la diversificación de su economía.

Todo ello explica que hoy China, dentro de la economía mundial, haya encontrado su papel como la principal superpotencia manufacturera y que su capacidad de producción represente ya más de un tercio (35 %) de la total del planeta. No en vano, según datos del Foro Económico Mundial, la producción económica por cada ciudadano chino ha crecido un 3.000 % en las últimas décadas. Lo que explica que haya podido mostrar su resiliencia durante la última crisis, ya que se trata del segundo país más poblado del mundo, con 1.400 millones de habitantes.

La economía de China se ralentiza, pero no deja de crecer

En 2020, las estrictas políticas de confinamiento impuestas por el gobierno chino tuvieron un impacto considerablemente negativo en su economía. Sin embargo, en los últimos años, esta nación ha evidenciado una notable capacidad de recuperación y, actualmente, mantiene un ritmo de crecimiento anual superior al del promedio mundial: en 2024, su Producto Interno Bruto (PIB) creció alrededor del 5 %, frente a la media global del 3,2 %.

Este desempeño permite que, a corto plazo, China continúe aspirando a liderar el ranking de la economía mundial. Y es que, aunque ya quedó lejos la etapa en la que el país crecía a un ritmo del 8,81 % anual, todavía mantiene una posición privilegiada respecto a otras grandes economías, como la europea. De ahí que sus dirigentes estén tomando medidas rápidas para controlar cuanto antes los problemas que están ralentizando la nación, como la crisis de su sector inmobiliario o la caída que ha experimentado su demanda interna

La llegada de Trump a la presidencia de EE. UU abre un nuevo panorama

Estas medidas son especialmente necesarias y urgentes para que la economía de china pueda recuperar sus niveles de crecimiento previos a la pandemia, ya que nos encontramos en un momento muy delicado para los mercados mundiales tras la reciente guerra comercial abierta por el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.

A finales de 2023, un estudio realizado por el Centre for Economics and Business Research (CEBR) señalaba que, de mantener ambos sus ritmos de crecimiento durante los próximos años, el país asiático terminaría por superar a los Estados Unidos en 2037. Situación que EE. UU ve como una amenaza y que le ha llevado a imponer elevados aranceles a la mayoría de los países del mundo. Entre ellos, China, ya que ha sido una de las naciones más perjudicadas por estas medidas —con unos gravámenes iniciales a sus importaciones del 145 % y que, tras unas reuniones entre ambas delegaciones, se han reducido al 80 %.

Por lo tanto, el panorama de hoy es incierto para la economía global, pero es evidente que el gran pulso actual lo protagonizan EE. UU y China ante la atenta mirada de la Unión Europea. Al inicio de la crisis de 2008, la economía de la eurozona superaba en un 10 % la del país norteamericano, pero en 2022 esta ya era un 23 % inferior. Una consecuencia lógica después de que su PIB (medido en dólares) solo haya crecido en este tiempo un 21 % frente al 72 % de EE. UU y al 290 % de China. Por lo que, con unas perspectivas de crecimiento para 2025 de apenas el 1 %, es evidente que Europa hoy está lejos de igualar la competitividad y pujanza del gigante asiático.

El impacto de China en los mercados internacionales

En 2023, las exportaciones de China cayeron un 7,16 % respecto al año anterior. Pero, pese a ello, se mantuvo como principal país exportador, con un volumen de negocio de 3.125.177,6 millones de euros anuales. Un liderazgo que logró arrebatar en los últimos años a EE. UU gracias a sus políticas orientadas a incentivar inversión extranjera, a crear grandes lazos comerciales con potencias internacionales —como la Unión Europea, Japón o Corea del Sur— y a incrementar la competitividad con una mano de obra muy barata.

Además, la economía china destaca por su diversificación, lo que la permite tener una fuerte influencia en los precios globales y las materias primas de sectores como:

  • El agrícola y ganadero, porque es el principal productor mundial de cereales, arroz, algodón, patatas y té; así como de ganado ovino y porcino.
  • El sector pesquero y de acuicultura, con una producción de 13 millones de toneladas métricas de peces, crustáceos y moluscos en 2021.
  • El sector industrial, el cual representa el 38,3 % del PIB chino y emplea a la tercera parte de su producción. De ahí que sea el principal referente para la producción manufacturera mundial, especialmente en electrónica, textil, confección, acero y automóviles.
  • El sector del comercio electrónico, dado que, en 2023, sus ventas minoristas superaron los 2,68 billones de dólares, lo que supuso aproximadamente la mitad de todas las transacciones en línea del mundo.

Su importancia en la producción de bienes facturados es tal que incluso se considera a China como la “fábrica del mundo”. Por lo que es una situación que incluso ya se ha convertido en un problema para muchos por su fuerte dependencia de sus suministros: en el caso de la Unión Europea, los productos chinos representan el 100 % de las importaciones de elementos pesados de tierras raras —necesarios para los reactores nucleares o la fibra óptica—, el 97 % del magnesio —mineral vital para aleaciones aeroespaciales o piezas automotrices— y el 85 % de elementos ligeros de tierras raras —utilizados para crear catalizadores, imanes, motores de aviones y la industria de las renovables—.

China

Relaciones comerciales de China con España

Como vemos, China domina la economía mundial actual junto a los Estados Unidos. ¿Pero cuál es la situación de su balanza comercial con nuestro país? En estos momentos, existe un claro déficit en favor del país asiático, porque por cada euro que España exportó allí en 2024, importó 7 euros. O lo que es lo mismo, las importaciones tuvieron un valor de 45.174 millones, mientras que las exportaciones se valoraron en 7.467 millones.

Esto representa una tasa de cobertura para España de solo el 16,53 %, un registro muy bajo que desde el gobierno se busca incrementar con nuevos acuerdos comerciales. Principalmente, porque el margen de mejora es muy grande, debido a que las exportaciones españolas representan solo el 2 % de todo lo que China compra en el exterior y a que este país solo es nuestro duodécimo socio comercial por volumen de negocio.

Para España, la economía china es relevante para la importación de bienes de equipo (especialmente, equipos de oficina), maquinaria, textil y confección, manufacturas de consumo, semimanufacturas y bienes de consumo diverso; si bien la industria del automóvil también ha ganado importancia últimamente por sus precios muy competitivos. Mientras que, en el sentido inverso, nuestro país es clave para que China pueda contar con productos químicos, cárnicos, minerales, bienes de equipo, componentes de automoción y diferentes manufacturas.

Oportunidades y retos para las empresas españolas en China

Dado el potencial de China para acabar siendo la primera economía mundial, España tiene un claro interés en fortalecer sus lazos comerciales con este país. La reciente visita a Pekín del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así lo demuestra; pues permitió llegar a acuerdos para que las exportaciones españolas puedan tener un importante peso en los principales sectores de crecimiento y modernización de la nación asiática.

En concreto, se trabajó específicamente para:

  • Facilitar la venta de productos alimentarios premium de origen español, como el porcino y las cerezas.
  • Crear un grupo de Trabajo bilateral sobre productos sanitarios, medicamentos y cosméticos para que ambos países puedan tener un acceso al mercado que sea recíproco y equilibrado.

Sin olvidar otros sectores en los que las empresas españolas también pueden disfrutar de oportunidades dentro del mercado chino, como el de la sostenibilidad y las energías renovables, la automoción y la movilidad eléctrica, o la industria tecnológica y la innovación. Aunque su entrada en ellos requerirá que estas compañías hagan un esfuerzo importante para superar las barreras habituales en este entorno, como el complejo y en ocasiones restrictivo marco regulatorio, y la difícil adaptación tanto a la cultura local como a sus tendencias tecnológicas.

La Cámara de Comercio de Madrid te ayuda a entrar de lleno en la economía china

Si en el marco de la internalización de tu empresa has señalado el mercado chino como uno de tus objetivos principales, estás de enhorabuena. En la Cámara de Comercio de Madrid trabajamos para fortalecer las relaciones de las empresas de la Comunidad con esta nación, ya que les proporcionamos recursos y asesoramiento estratégico para que puedan aprovechar al máximo sus oportunidades de negocio en China y expandan fácilmente su presencia en esta importante economía mundial.

Como ya hemos señalado, la industria alimentaria China es hoy una de las que más oportunidades ofrece a las empresas españolas. Esta es la razón por la que ofrecemos un servicio específico para el registro de tu empresa en el país, en lo que es un trámite imprescindible que los productores extranjeros que puedan importar sus alimentos en este territorio.

Además, te guiamos para que puedas registrar y proteger la marca de tu compañía en el mercado chino, evitando que sufras incidencias que puedan limitar tus oportunidades de negocio. Y, por supuesto, también te proporcionamos un servicio de traducción de español o inglés a chino, porque sabemos que el idioma puede ser un hándicap a la hora de aventurarse en un proyecto tan relevante.

La Oficina de Representación de la Cámara de Madrid en Shanghái, el mejor apoyo para emprender en China

En 2006, la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid y la institución ferial de referencia en Madrid, IFEMA, colaboraron para la apertura de una oficina de representación en la ciudad china de Shanghái. Con ella han querido dar respuesta al interés y la alta demanda que por aquel entonces ya tenía el tejido empresarial madrileño en China; de forma que, desde hace casi 20 años, ofrece un amplio abanico de servicios comerciales, de resolución de consultas, de implantación, etc.

Así, esta delegación de la Cámara madrileña en la ciudad más poblada de China es una estupenda plataforma para facilitar la expansión de las empresas de la Comunidad en el país asiático. Una labor que realiza optimizando tanto los recursos como las estructuras, así como aportando su experiencia y asesoramiento. Todo ello para que las organizaciones recién llegadas puedan superar las principales barreras de este entorno, como la idiomática, cultural, legislativa o financiera.

Como resultado del esfuerzo que realiza su equipo humano (compuesto tanto por personal español como chino), las relaciones comerciales entre nuestras organizaciones y las empresas chinas se fortalecen día a día. Y, además, la Región de Madrid mejora su posicionamiento como foco de la inversión extranjera. Por lo que esta Oficina destaca hoy como uno de los principales puntos de apoyo para el éxito comercial madrileño en el corazón de Asia.

Tu acceso estratégico al mercado chino comienza con Cámara Madrid Internacional

¿Qué te parece? Da el paso con nuestro apoyo y descubre las razones por las que China es hoy tan importante para la economía mundial. Un montón de oportunidades te esperan, ¡y en la Cámara podemos ayudarte a aprovecharlas todas!