Bajo el sol de México

En los últimos años, se ha puesto el foco en el concepto de nearshoring cuando se habla sobre México. El acercamiento de la industria a la frontera con los Estados Unidos se ha convertido en un tema recurrente entre los empresarios e inversores.

Poco más se puede añadir sobre esta nueva estrategia norteamericana que no se haya dicho ya. Sin embargo, España, pionera en energía renovable, puede aprovechar esta oportunidad para implementarse en el país por varias razones.

La industria se está concentrando en áreas concretas de un país donde el sol es un recurso aprovechable, al igual que en España. Empresas españolas dedicadas a la instalación de proyectos de autoconsumo fotovoltaico, podrán liderar la transición ecológica a fuentes de energía renovable. Estas empresas encontrarán clientes interesados en suministrar a sus fábricas energía limpia.

Por otra parte, el actual gobierno ha sido reticente de cara a la inversión extranjera en energía fotovoltaica. No obstante, su sexenio llega a su fin, abriendo la puerta a la promoción de dicho tipo de inversión en el país. El sector energético en México es optimista.

Y la razón principal: España y México poseen un pasado común y unos lazos creados desde hace siglos, más profundos que los que tiene el país latinoamericano con otras potencias como su vecino del norte. Más allá de ser una buena alternativa para las empresas, es una responsabilidad realizar esta transición hacia una economía más sostenible, con el apoyo de las instituciones públicas.

Por último, es importante destacar que muchas personas en España mantienen una percepción errónea sobre México. Sostienen la creencia de que se trata de un país peligroso del cual es difícil salir de destinos turísticos como Cancún. Esta mentalidad limitante influye en el comportamiento de muchas empresas españolas, no solo en el sector energético, sino en diversos ámbitos.

Desde aerolíneas hasta empresas hoteleras y vinícolas, existe un gran potencial para expandirse con éxito en la mayoría de los estados mexicanos, más allá de destinos habituales como la Riviera Maya y Ciudad de México.

En este nuevo ciclo que se inicia, las empresas españolas tienen una oportunidad de oro para establecerse en gran parte del país, consolidando así su posición como vínculo entre Europa y América Latina. Es el momento de abrir nuevos horizontes en México.

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